La Nave Apolo 9 fue una de las misiones más importantes de la NASA en el programa Apolo. ¿Qué pasó en esa misión? Pues bien, primero, es importante saber que esta nave espacial fue lanzada el 3 de marzo de 1969 con destino a la Luna.
El objetivo principal de la misión era realizar pruebas en el módulo lunar, que era una nave más pequeña que se desprendía de la nave principal. En la Nave Apolo 9 iban tres astronautas: James McDivitt, David Scott y Russell Schweickart.
La nave logró orbitar la Luna y realizar pruebas en el módulo lunar, pero hubo un momento crítico durante la misión. El módulo lunar sufrió un problema con el sistema de comunicación, lo que hizo que se perdiera contacto con los astronautas durante algunos minutos.
Afortunadamente, la tripulación logró solucionar el problema y retomar la comunicación con la Tierra. Después de varios días de trabajo en el espacio, la Nave Apolo 9 regresó a la Tierra el 13 de marzo de 1969.
Esta misión fue un hito en la historia de la exploración espacial, ya que permitió a la NASA practicar y mejorar los sistemas de comunicación y navegación antes de las misiones lunares posteriores. Además, gracias a la valentía y profesionalismo de la tripulación, la nave pudo superar el problema en el módulo lunar y regresar a salvo a la Tierra.
El Apolo que se perdió fue la nave espacial denominada "Apolo 1". Este aparato fue uno de los primeros en ser construidos para el programa espacial de los Estados Unidos en los años 60 y estaba programado para ser el primer vuelo tripulado de la NASA rumbo a la Luna.
Sin embargo, un terrible accidente ocurrió en 1967 durante la fase de pruebas previas al lanzamiento que puso fin al proyecto Apolo 1. Tres astronautas, Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee perdieron la vida en una explosión debido a un problema con la central eléctrica del módulo de mando. El incidente fue uno de los más tristes y devastadores de la historia espacial.
A pesar de la tragedia vivida, los ingenieros y científicos de la NASA decidieron continuar adelante con la misión del programa Apolo, modificando y mejorando los diseños con el fin de evitar futuros problemas y peligros en misiones similares. Así, durante los años siguientes, se llevaron a cabo un total de 17 misiones Apolo que permitieron llegar a la Luna y regresar con éxito.
Apolo 10 fue la cuarta misión tripulada del programa Apolo que exploró la luna. La nave espacial fue lanzada al espacio en Mayo de 1969 y llevó a tres astronautas: Tom Stafford, John Young y Eugene Cernan.
La misión fue una prueba para el alunizaje, realizando una orbita lunar para estudiar la superficie lunar, así como para probar el Módulo Lunar, el cual descendería al suelo lunar en las próximas misiones. Apolo 10 aterrizó a 15,6 km sobre la superficie lunar; más cerca que ninguna otra misión previa.
La tripulación de Apolo 10 también llevó a cabo la primera práctica de un acoplamiento en órbita. El Módulo Lunar se acopló y se desacopló exitosamente del Módulo de Comando y Servicio, demostrando que este proceso era seguro y factible para futuras misiones.
En resumen, la misión Apolo 10 fue un hito importante en la exploración lunar y proporcionó una preparación fundamental para la histórica misión Apolo 11, la cual aterrizó al primer hombre en la luna apenas unos meses después.
El Apolo 8 fue la primera misión tripulada que orbitó la Luna. Se lanzó el 21 de diciembre de 1968 y regresó a la Tierra el 27 de diciembre del mismo año. La tripulación la conformaron los astronautas Frank Borman, Jim Lovell y William Anders. La misión tenía como objetivo principal preparar el terreno para el aterrizaje lunar en la siguiente misión, el Apolo 11, y así cumplir el reto que el presidente estadounidense John F. Kennedy había propuesto en 1961, el de enviar un hombre a la Luna y traerlo de vuelta en la década de los años 60.
Durante la misión, el Apolo 8 fue lanzado hacia una trayectoria translunar. La nave espacial se situó en una órbita alrededor de la Luna y sus tripulantes tuvieron la oportunidad de ver la superficie lunar a tan solo 111 kilómetros de distancia. También tomaron fotografías de la Tierra desde la perspectiva de la Luna, entre ellas la icónica imagen llamada "Earthrise" en la que la Tierra se ve como una bola azul y blanca emergiendo del horizonte lunar.
La misión del Apolo 8 fue de gran importancia para la historia de la exploración espacial. No solo demostró que era posible enviar una nave tripulada a la Luna y regresar a salvo a la Tierra, sino que también logró capturar imágenes icónicas que cambiarían para siempre la percepción de la humanidad sobre el lugar que ocupamos en el universo. La misión sirvió de inspiración para futuras misiones espaciales, particularmente para el programa Apolo, que seguiría adelante con éxito y lograría el objetivo propuesto por Kennedy.