El Kamiokande es un detector de neutrinos ubicado en la provincia de Gifu, Japón. Este instrumento científico, de gran masa y profundidad, es capaz de registrar la interacción de neutrinos con la materia ordinaria. Además, se encuentra en una posición privilegiada: bajo tierra, en una mina de 1000 metros de profundidad, para recibir señales más puras.
Los neutrinos son unas diminutas partículas subatómicas que apenas interactúan con la materia ordinaria, por lo que son muy difíciles de detectar. Sin embargo, son muy abundantes y forman parte de diversos fenómenos del universo, como el Sol y las supernovas. Por eso, el estudio de los neutrinos es esencial para entender la física del cosmos.
El Kamiokande ha sido pionero en la detección de neutrinos. Su funcionamiento se basa en la observación de las "luces de Cherenkov": cuando un neutrino interactúa con un átomo, produce una partícula cargada que se mueve a alta velocidad, y esta a su vez emite una luz característica en forma de cono. El Kamiokande cuenta con más de 2000 fotomultiplicadores para detectar estas luces y construir una imagen de la interacción.
Desde su inauguración en 1983, el Kamiokande ha hecho contribuciones significativas a la física de neutrinos. Por ejemplo, en 1987, detectó neutrinos de una supernova distante, lo que constituyó la primera observación de neutrinos astronómicos. A su vez, estas mediciones permitieron comprobar la teoría de la relatividad de Einstein al observar el desfase en el tiempo de llegada de los neutrinos respecto a la luz de la explosión de la supernova.
En la actualidad, el Kamiokande continúa con sus investigaciones en el campo de la física de neutrinos, con el objetivo de ampliar nuestro conocimiento sobre la evolución del universo, y explorar nuevas teorías y fenómenos. Además, con la construcción de su sucesor, el Hyper-Kamiokande, se espera avanzar aún más en la detección de neutrinos y en la comprensión de la física fundamental.