Un grupo de científicos liderado por el profesor Andrew Fabian ha descubierto la cantidad de masas solares del agujero negro M87. Este es un hito histórico en la astrofísica.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron datos del Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT), que obtuvieron en el 2019. Este telescopio es capaz de penetrar el ambiente extremo que rodea a un agujero negro, gracias a su capacidad de observación de ondas milimétricas.
Los resultados indican que el agujero negro M87 tiene cerca de 6.5 mil millones de masas solares. Esto implica que es más grande de lo que se pensaba anteriormente y que su masa es equivalente a la de 6.500 millones de soles.
Este descubrimiento es fundamental para el avance de la ciencia ya que, al conocer con precisión la masa de un agujero negro, se puede inferir su tamaño y su radio de Schwarzschild, el cual define el punto de no retorno al interior del agujero negro. Además, los resultados también proporcionan información sobre la evolución de las galaxias donde se encuentran estos objetos.
Un agujero negro es uno de los objetos más extremos y enigmáticos en el universo. Se forma a partir de la colisión de entidades masivas, como estrellas, uniéndose en un solo punto de gravedad concentrado. Sin embargo, ¿cuántas masas solares se necesitan para crear uno?
La respuesta es aproximadamente de tres masas solares. Cuando una estrella se queda sin combustible, la presión que sostiene al núcleo de la estrella se desvanece, lo que conduce a un colapso gravitacional en el núcleo. Si la estrella tiene más de tres veces la masa del sol, el colapso del núcleo resultará en la formación de un agujero negro. La masa solar, además, es una medida estándar para cualquier objeto en el espacio, siendo el equivalente a la masa del sol.
Acumulando material, los agujeros negros siguen creciendo. A medida que se acercan a otros objetos masivos, como estrellas, planetas y gases, la gravedad comienza a ejercer su fuerza y eventualmente jala ese material dentro del horizonte de sucesos, una especie de frontera por la que nada puede escapar. La adición constante de masa permite que un agujero negro crezca muy por encima del límite inicial de tres masas solares.
En resumen, un agujero negro necesita alrededor de tres masas solares para poder formarse. Aunque como todo en el universo, esto puede variar y existen tipos distintos de agujeros negros, cada uno con una masa diferente.
Uno de los mayores descubrimientos científicos de este siglo ha sido el logro histórico de los investigadores del Event Horizon Telescope (EHT) al lograr capturar la primera imagen de un agujero negro. Esta imagen es la de la galaxia M87, ubicada a unos 55 millones de años luz de nosotros.
Pero, ¿qué dimensiones tiene el agujero negro de M87? La respuesta es sorprendente, ya que el agujero negro en cuestión tiene una masa que equivale a 6.500 millones de veces la del Sol, lo que lo convierte en uno de los agujeros negros más grandes conocidos hasta ahora.
En cuanto a su diámetro, el horizonte de sucesos -la región del espacio de la que nada, incluida la luz, puede escapar de la atracción gravitatoria del agujero negro- tiene un diámetro de unas 120 unidades astronómicas. Esto es alrededor de 120 veces el diámetro de la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Finalmente, aunque el agujero negro de la galaxia M87 tiene un tamaño monumental, se encuentra relativamente cerca de nosotros en términos astronómicos. Esto ha permitido a los investigadores del EHT capturar su imagen en detalle, lo que ha abierto una nueva era en la observación de este misterioso y fascinante objeto cósmico.
Un agujero negro supermasivo es un objeto celestial con una masa tan grande que su gravedad es capaz de absorber todo lo que está a su alrededor, incluso la luz. Estos agujeros negros se encuentran en el centro de las galaxias y se cree que son cruciales para su formación y evolución.
Se estima que la masa de un agujero negro supermasivo puede variar desde varias millones a miles de millones de masas solares, lo que significa que puede ser hasta miles de millones de veces más masivo que nuestro sol. Esta enorme masa hace que la gravedad del agujero negro sea tan fuerte que incluso la luz no puede escapar.
La masa de un agujero negro supermasivo puede ser determinada a través de diversas técnicas, como la observación del movimiento de las estrellas y el gas en su entorno. Los astrónomos también pueden usar el efecto gravitacional del agujero negro para medir su masa, al observar cómo desvía la luz de las estrellas detrás de él.
La masa de un agujero negro supermasivo varía de una galaxia a otra, y se cree que está relacionada con el tamaño de la galaxia que lo aloja. A medida que las galaxias crecen y evolucionan, también lo hacen sus agujeros negros supermasivos. En algunos casos, se han identificado agujeros negros supermasivos que son el equivalente a miles de millones de veces la masa del sol.
La cantidad de soles que tiene un agujero negro no puede ser medida de manera convencional. Los agujeros negros son entidades misteriosas del universo que presentan una fuerza gravitatoria tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar de ellos.
Por esta razón, los agujeros negros no pueden ser observados directamente, lo que hace difícil determinar la masa del objeto en el centro. La masa de un agujero negro se mide en unidades de masa solar (M☉), que es la masa del Sol.
Se cree que la mayoría de los agujeros negros son el resultado de la muerte de una estrella masiva. Cuando una estrella agota su combustible y se queda sin energía, esta colapsa sobre sí misma y forma un objeto extremadamente denso que atrae todo lo que está a su alrededor.
La masa de un agujero negro puede variar desde unos pocos M☉ hasta miles de M☉. Los agujeros negros supermasivos, ubicados en el centro de las galaxias, pueden llegar a tener billones de M☉, lo que equivale a la masa de miles de millones de soles.
En conclusión, la cantidad de soles que tiene un agujero negro depende de su masa, la cual se mide en unidades de masa solar. Los agujeros negros pueden tener desde unos pocos M☉ hasta billones de M☉, lo que los convierte en objetos impresionantemente poderosos y fascinantes del universo.