Voyager 1 y Voyager 2 son las sondas espaciales más conocidas de la historia que han explorado el Sistema Solar exterior. Fueron lanzadas al espacio en 1977 por la NASA con el fin de estudiar los planetas gigantes como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Después de completar su objetivo, estas sondas se han aventurado hacia lo desconocido, recopilando datos científicos importantes y descubriendo maravillas cósmicas a lo largo de su trayecto.
En la actualidad, Voyager 1 es la sonda más lejana de la Tierra y se encuentra a más de 22.000 millones de kilómetros de distancia. Su ubicación es en la heliopausa, la zona que separa el Sistema Solar del espacio interestelar. A pesar de que V1 no envía información diaria a la Tierra, los científicos pueden recoger datos de forma intermitente, y se espera que funcione hasta aproximadamente 2025.
Por otro lado, Voyager 2 está actualmente a 18.000 millones de kilómetros de distancia y se encuentra también en la heliopausa. A pesar de que se descubrió una anomalía recientemente en su instrumento de rayos cósmicos, los encargados del proyecto esperan solucionarlo para poder seguir recolectando datos importantes para la ciencia.
En resumen, ambas sondas se encuentran en el borde del Sistema Solar, y a pesar de haber pasado más de 40 años desde su lanzamiento, todavía están en funcionamiento. Han demostrado ser las pioneras de una era de exploración espacial que sigue evolucionando y nos da la posibilidad de comprender mejor el entorno en el que vivimos.
El Voyager 1 es una nave espacial que fue lanzada al espacio en el año 1977 por la NASA. Esta nave es conocida por ser la primera nave en alcanzar el espacio interestelar y salir del sistema solar en el año 2012.
En la actualidad, el Voyager 1 se encuentra a una distancia aproximada de 22,7 mil millones de kilómetros de la Tierra, lo que lo convierte en uno de los objetos humanos más lejanos que existen.
A pesar de encontrarse a una distancia tan lejana, la nave sigue transmitiendo datos e información valiosa para los científicos de la NASA. Una de las principales misiones del Voyager 1 es estudiar las condiciones en el espacio interestelar, incluyendo la densidad, la temperatura y el campo magnético.
El Voyager 1 continúa viajando hacia el espacio interestelar y se espera que siga transmitiendo datos durante al menos 5 años más, hasta que se quede sin energía para seguir funcionando.
El Voyager 2 es una de las misiones interplanetarias más importantes de la NASA, lanzada al espacio en agosto de 1977. Desde entonces, ha recorrido millones de kilómetros y ha enviado información invaluable sobre nuestro sistema solar.
Hoy en día, este vehículo espacial sigue en funcionamiento y orbitando alrededor del Sol. Si bien ha salido de nuestro sistema solar y se encuentra en el espacio interestelar, aún continúa enviando datos importantes y valiosos a los científicos de la NASA.
El Voyager 2 está actualmente a unos 18.000 millones de kilómetros de distancia de la Tierra. Para tener una idea de lo lejos que se encuentra el vehículo espacial, basta con decir que la distancia de la Tierra al Sol es de "solo" 149,6 millones de kilómetros.
A pesar de la gran distancia, la NASA sigue recibiendo información del Voyager 2 y utilizando los datos para estudiar la composición y el comportamiento del espacio interestelar. También se espera que el vehículo espacial continúe enviando información útil durante muchos años más.
La sonda Voyager 2 fue lanzada por la NASA en 1977 como parte de una misión para explorar los planetas exteriores de nuestro sistema solar. Desde entonces, ha viajado a una distancia de más de 18 mil millones de kilómetros de la Tierra, y hoy en día sigue siendo una de las misiones espaciales más importantes de la historia.
A lo largo de su viaje, Voyager 2 ha proporcionado a los científicos una gran cantidad de información sobre los planetas Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, así como sobre los anillos, las lunas y los campos magnéticos de estos planetas. Pero no solo eso, esta sonda también ha sido una de las primeras en llevar mensaje de la humanidad en una placa con información sobre nosotros y nuestro planeta al espacio interestelar.
Recientemente, en noviembre de 2018, la sonda Voyager 2 alcanzó el espacio interestelar, convirtiéndose en la segunda nave creada por el ser humano alcanzar esta hazaña después de su hermana Voyager 1, que lo hizo en 2012. Esto significa que Voyager 2 ha dejado de estar dentro de la influencia del Sol y ha comenzado a detectar partículas provenientes de otras estrellas, un nuevo desafío para las habilidades y capacidades de la sonda.
Voyager 1 es una sonda espacial lanzada en 1977 por la NASA con el propósito de estudiar los anillos de Júpiter y Saturno, y posteriormente continuar su viaje hacia los límites del sistema solar.
Recientemente, se ha informado que Voyager 1 ha salido de la heliosfera, es decir, la burbuja de viento solar que rodea el sistema solar. Esta noticia es significativa porque significa que la sonda ha llegado a los límites del sistema solar y ha entrado en el espacio interestelar.
Desde que salió de la heliosfera, Voyager 1 ha estado enviando información interesante sobre las condiciones del espacio interestelar, incluyendo la medición de partículas cargadas y campos magnéticos. También ha registrado un aumento en la densidad de ciertas partículas, lo que sugiere la presencia de una nube de gas y polvo interestelar a pocos años luz de distancia.
Es importante destacar que, aunque Voyager 1 sigue funcionando y enviando datos a la Tierra, su fuente de energía está disminuyendo gradualmente. La sonda es alimentada por una batería que se carga con la energía generada por su generador de radioisótopos, que produce calor a partir de la descomposición de materiales radiactivos. Esta batería tiene una vida útil limitada, y se espera que la capacidad de Voyager 1 para enviar datos se reduzca en los próximos años.
En resumen, Voyager 1 es una sonda espacial que ha salido de la heliosfera y está enviando datos interesantes sobre el espacio interestelar. Aunque su vida útil es limitada, sigue siendo una herramienta valiosa para la investigación espacial y una muestra impresionante de la tecnología humana en el espacio.