En la mitología griega, Aries es el dios de la guerra y protector de los guerreros. Esta posición lo convierte en un ser divino de gran importancia dentro del panteón de deidades griegas.
Según cuenta la leyenda, Aries era hijo de Zeus y Hera, dos de los dioses más poderosos del Olimpo. Por eso, el dios de la guerra goza de la protección de su padre Zeus, quien lidera el panteón griego y es el dios supremo del cielo y el clima.
Además, Aries también está protegido por otros dioses importantes como Atenea, diosa de la sabiduría y estrategia militar; Afrodita, diosa del amor y la belleza, cuya intervención a menudo favorece a los guerreros en sus relaciones personales; y Hefesto, dios de los herreros y la tecnología, que ayuda a los guerreros en la fabricación de armas y herramientas.
En definitiva, la posición de Aries como dios de la guerra le reporta la protección constante de los dioses más poderosos del Olimpo, lo que le convierte en un ser divino capaz de intervenir en los conflictos bélicos y garantizar la victoria a quienes lo veneran.
Una deidad asociada con el signo zodiacal de Aries es Marte, el Dios romano de la guerra y la agresión. Los rasgos principales de este signo son la valentía, la impulsividad y la pasión, lo cual hace que su relación con Marte tenga mucho sentido.
Marte es un Dios muy poderoso que se asocia con el liderazgo y la competitividad, por lo que es el patrón perfecto para Aries que buscan siempre el éxito y la victoria. Además, este Dios también se relaciona con la fuerza física y la energía, otros aspectos que definen perfectamente al signo Aries.
Por otro lado, también se dice que Aries está regido por el planeta Mercurio, otro Dios asociado con la guerra y la estrategia militar. Mercurio también es el Dios de los mensajes y la comunicación, lo que se relaciona con la naturaleza curiosa y comunicativa de las personas que nacen bajo el signo Aries.
En resumen, los Dioses que se asocian con Aries son Marte y Mercurio, ambos relacionados con la guerra, la estrategia y la comunicación. Estas deidades simbolizan la valentía, la pasión y la inteligencia, características que son muy comunes en las personas nacidas bajo el signo Aries.
Aries es el primer signo del zodiaco y representa el inicio del ciclo astrológico. Como todo signo zodiacal, Aries cuenta con un ángel protector que vela por su bienestar. Este ángel se llama Ariel y es uno de los seres celestiales más poderosos y benevolentes de la Jerarquía Angélica.
Ariel es considerado el protector de la naturaleza, las plantas y los animales, por lo que su presencia en la vida de Aries se relaciona con estos aspectos. Además, como protector de Aries, Ariel se encarga de guiar a los nacidos bajo este signo en su camino hacia la realización personal. Es un ángel de protección, sabiduría y amor, y siempre está dispuesto a ayudar a quienes le solicitan su ayuda.
Los arianos deben invocar la presencia de Ariel en momentos de dificultad o incertidumbre, para que les brinde la asistencia necesaria y les guíe en el camino correcto. También pueden conectarse con él a través de la meditación y la oración, manteniendo una actitud positiva y abierta a recibir su inspiración y consejo.
En definitiva, Ariel es el ángel protector de Aries y su presencia en la vida de quienes nacen bajo este signo es de gran importancia para lograr un equilibrio y bienestar en todos los aspectos de su vida.