Un altozano es una colina o montaña alta y rocosa. En la Biblia, se describen algunos altozanos como lugares sagrados donde se construyeron templos o altares para ofrecer sacrificios a Dios. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, Abraham fue instruido para subir a un monte al que se refiere como un altozano para ofrecer a su hijo Isaac como sacrificio.
En el Nuevo Testamento, también se mencionan altozanos como lugares donde Jesús enseñaba y oraba. El Monte de los Olivos, también conocido como el Monte de la Olvidanza, es uno de los altozanos más mencionados en la Biblia. Fue donde Jesús oró antes de ser arrestado y crucificado.
Los altozanos también se utilizaban para tener una mejor vista del paisaje que rodeaba el área. Los pastores usaban los altozanos para vigilar a sus rebaños y protegerlos de posibles peligros. Además, los guerreros usaban los altozanos para tener una ventaja en la batalla y detectar a los enemigos a distancia.
Finalmente, muchos salmos bíblicos mencionan los altozanos como símbolos de la presencia divina y la soberanía de Dios. La descripción de un altozano en la Biblia es, por lo tanto, una imagen poderosa que simboliza el poder, la presencia y la protección divina.