Las estrellas gigantes amarillas son uno de los tipos más comunes de estrellas en el universo. Identificar una de estas estrellas se puede hacer de varias maneras, desde la distancia que se encuentra, hasta su temperatura y brillo.
Una de las principales características de una gigante amarilla es su tamaño. Estas estrellas son más grandes que el sol y pueden tener hasta 20 veces su diámetro. También son muy brillantes y fáciles de ver a simple vista en el cielo nocturno.
Otra forma de identificar una gigante amarilla es por su temperatura. Estas estrellas son más frías que las estrellas blancas y azules, pero más calientes que las estrellas de tipo M. Por lo general, su temperatura oscila entre los 5.000 y los 6.000 grados Kelvin.
Por último, otra forma de identificar una gigante amarilla es por su ciclo de vida. Son estrellas que ya han agotado la mayor parte de su combustible y se encuentran en su etapa final antes de convertirse en estrellas de la rama horizontal. Esto significa que tienen una edad avanzada y pueden vivir sólo unas pocas decenas de millones de años más.
En resumen, para identificar una gigante amarilla, se debe buscar una estrella grande y brillante en el cielo nocturno, que tenga una temperatura entre los 5.000 y los 6.000 grados Kelvin y que esté en la etapa final de su ciclo de vida.
Una supergigante roja es una de las etapas finales en la evolución de una estrella. Comienza cuando una estrella masiva agota el hidrógeno en su núcleo y la fusión comienza a tener lugar en una cáscara que rodea el núcleo.
La fusión de los elementos más pesados, incluyendo el helio, se produce en el núcleo y esto lleva a que se caliente a temperaturas extremadamente altas. A medida que el núcleo se calienta, la presión en el interior de la estrella aumenta, lo que la hace expandirse.
Esta expansión provoca que la estrella se enfríe y brille menos. Pero también significa que la superficie de la estrella se encuentra más lejos del núcleo, por lo que la intensidad de la gravedad en la superficie es menor. Esto hace que los gases se expandan aún más, lo que puede provocar que la estrella alcance tamaños enormes.
La expansión continúa hasta que la estrella se convierte en una supergigante roja. Su color proviene del hecho de que esta estrella es lo suficientemente fría como para que pueda verse la luz producida por las capas de gas exterior de la estrella, que son rojas debido a su baja temperatura.
En resumen, una supergigante roja se crea a partir de un equilibrio precario entre la fusión nuclear y la presión gravitacional, donde la expansión provoca una disminución en la gravedad superficial y un aumento en el tamaño de la estrella, haciendo que la luz sea visible desde la superficie alrededor del núcleo, lo que da como resultado el característico color rojo de estas estrellas gigantes.
Las estrellas supergigantes son unas de las estrellas más grandes y luminosas del universo. Estas, son objetos celestes que atraen la atención de los astrónomos y entusiastas del espacio por su gran belleza y majestuosidad. Su tamaño, es lo que las hace más llamativas de todas las estrellas. Pero, ¿cuánto mide realmente una estrella supergigante?
Estas estrellas pueden ser de hasta 100 veces la masa de nuestro Sol, lo que se traduce en un tamaño extremadamente grande. Por lo general, estas estrellas pueden llegar a medir entre 30 y 1000 veces el tamaño del sol.
Una de las estrellas supergigantes más conocidas en nuestra galaxia es Betelgeuse. Esta estrella, ubicada en la constelación de Orión, tiene un diámetro que oscila entre 900 y 1200 veces el tamaño de nuestro Sol. Es decir, que si tuviéramos que situar a Betelgeuse en el lugar de nuestro Sol, esta estrella supergigante se extendería más allá de la órbita de Júpiter.
En resumen, las estrellas supergigantes son estrellas de gran tamaño, con una masa mucho mayor que la del sol. Estas pueden llegar a medir entre 30 y 1000 veces el tamaño de nuestra estrella. Betelgeuse, es una de las supergigantes más conocidas y puede medir entre 900 y 1200 veces el tamaño del Sol.