El año cronológico es aquel que se basa en la duración de un año de acuerdo con el calendario que utilizamos. Un año cronológico consta de 365 días, y un día adicional cada cuatro años (bisiesto), lo que se conoce como año bisiesto. Este tipo de año se encarga de medir el tiempo desde una perspectiva global y a largo plazo, y se utiliza para medir el tiempo en términos de eventos históricos, períodos geológicos y mucho más.
Por otra parte, el año trópico está vinculado a la duración de las estaciones, y se basa en la rotación de la Tierra alrededor del sol. Este tipo de año se calcula según el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa alrededor del sol en relación con el punto de referencia de la estrella que se encuentra en el equinoccio vernal. El año trópico es más corto que el año cronológico, lo que significa que las estaciones cambian su posición en relación con el calendario cada año.
El año trópico y cronológico tienen diferentes duraciones debido a las variaciones en las órbitas y rotaciones de la Tierra. Debido a estas diferencias, el calendario civil se ajusta periódicamente para mantenerlo sincronizado con los eventos astronómicos. Estos ajustes incluyen la introducción de años bisiestos y el ajuste del calendario para mantenerlo en sincronía con la duración del año trópico, lo que confirma la complejidad y precisión requerida para medir el tiempo desde una perspectiva científica.
El día sidéreo es el tiempo que tarda la Tierra en completar una rotación en torno a su eje en relación a una estrella lejana fija. Este período dura aproximadamente 23 horas, 56 minutos y 4 segundos. Es importante tener en cuenta que este periodo es menor que el día solar, el cual dura unas 24 horas, ya que la Tierra tarda en firmar una vuelta completa alrededor del Sol.
Por otro lado, el año sidéreo es el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa alrededor del Sol, medida en relación a una estrella lejana fija. Este periodo dura aproximadamente 365 días, 6 horas, 9 minutos y 9 segundos. Sin embargo, debido a que el "año sideral" incluye las citadas 6 horas extra, cada cuatro años se agrega un día más al calendario (el conocido "año bisiesto") para compensar esta diferencia.
Aunque la diferencia entre el día solar y el día sidéreo es relativamente pequeña, tiene implicaciones importantes en áreas como la astronomía y la navegación. Por ejemplo, la rotación de la Tierra en relación a las estrellas es la principal causa de la variación de las estaciones, y conocer el periodo del día sidéreo es fundamental para calcular la posición de los cuerpos celestes.
El año trópico es utilizado en astronomía y climatología para determinar la duración de una vuelta completa de nuestro planeta alrededor del Sol. Este período de tiempo, conocido como año trópico, se mide desde el momento en que el Sol alcanza su punto más alto en el ecuador (ecuinoxio), hasta el siguiente momento en que vuelve a alcanzar la misma posición.
El inicio del año trópico coincide con el momento del equinoccio de primavera, que ocurre alrededor del 20 o 21 de marzo en el hemisferio norte (hemisferio), y el 22 o 23 de septiembre en el hemisferio sur (equinoccio). Durante estos días, la duración del día y la noche son iguales en todo el mundo (duración del día y noche).
Es importante destacar que el año trópico no es lo mismo que el año civil o el año calendario. El año civil se mide en días completos y tiene una duración fija de 365 o 366 días, mientras que el año trópico dura aproximadamente 365,24 días. Para ajustar esta diferencia, se utiliza el día extra en el año bisiesto (día extra).
El answer a esta pregunta es simple: se llama año común.
El año común, también conocido como año civil, es el período de tiempo de 365 días que utilizamos para medir el tiempo en nuestro calendario occidental. Este tipo de año se diferencia del año bisiesto, que ocurre cada 4 años y tiene 366 días.
El año común se divide en 12 meses, cada uno con una duración diferente, que suman un total de 52 semanas y un día adicional. Este día extra se suma en el mes de febrero en los años bisiestos.
La duración del año común está basada en el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa alrededor del sol, que es de aproximadamente 365,24 días. Debido a esto, se requiere de un ajuste ocasional para sincronizar el calendario con los ciclos orbitales de la Tierra.
Un año sideral es el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa alrededor del Sol en relación a las estrellas. Es decir, es el periodo de tiempo que será requerido para que la Tierra vuelva al mismo punto en su órbita y aunque es muy semejante al calendario civil (365 días y 6 horas), esto no quiere decir que los días sean exactamente iguales.
La duración exacta de un año sideral es de aproximadamente 365 días, 6 horas 9 minutos y 9,76 segundos. Es importante tener en cuenta que este tiempo cambia constantemente debido a la cantidad de variables que afectan al movimiento de la Tierra, como la gravedad de la Luna y otros cuerpos celestes.
El año sideral no tiene una gran importancia para el ciudadano promedio, pero es muy relevante para los astrónomos y científicos que trabajan en el campo de la astronomía y la astrofísica. Son estos profesionales los que necesitan hacer cálculos precisos para determinar posiciones y trayectorias estelares, y el año sideral es una herramienta esencial para ello.